no me gustan los mediodias


El viernes por la tarde fui solo a ver una pelicula turca. Me pregunté por que siempre hay cucarachas en los sitios que frecuento.
Al salir del cine saqué cuentas:
semana y media sin follar, por eso me puse a rezar:
"Abigor, peca por nosotros... Samael, libranos del bien... Belial, ten compasion. Focalor, dirigite a mi corrupcion. Zaebos, abrirás mi ano... Leonardo, rociame con tu semen y quedare manchado."

No me gustan los mediodias.
Ese sol que hiere los ojos, esas sombras raquiticas, ese roce que se clava en cada poro y lo cubre todo, y nos cubre a todos.

¡Salta! Ven con los demás.

No salta.

Le repugna.


Me agobia la luz del dia.
Se ve demasiado. Prefiero la que esconde, la que insinua, la irreal.
La prefiero pero necesito la claridad, necesito la compañia.


La contradiccion es una piedra que lastima.
No la puedes mover del suelo pero de alguna forma tu cabeza la golpea.
Primero suavemente, con golpes imperceptibles y acompasados, como un martillo acariciando un clavo.
Luego con golpes que rasgan la sien, como un cuchillo rasgando en cada latido, preparandose para el remate, para ese golpe final que te deja... inmovil.

No te muevas.

No me he movido.






3 comentarios:

Anónimo dijo...

Creo que me he enamorado de ti...

Anónimo dijo...

Oye, me maravilla tu blog y me maravillas tú en general. Por cierto, curras o todo esto lo haces los fines de semana???
Un bso

Valerio Onfretti dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.